viernes, enero 18, 2008

De Chivatidurias y posos Librescos.

Es chivatiduría el estanco, pósito, lugar o monipodio en el que los cortos de entendimiento u ombliguistas "deposicionan" agravios supositicios contra sus vecinos e iguales en derechos. Es su fin que estos, esquivos a la sumisión del pensamiento, se vean sancionados por la ortodoxia equivoca de la autoridad o, en ultimo extremo, segregados de su fantasiosa comunidad ideal. Chivatín es quien con razones inverosímiles y faltas de fundamento excreta su pestilencia mental en tales depósitos de infamia, creando con ello querellas hueras y desnortadas. Donde se levantan chivatidurias la sociedad cae en el desanimo, se vuelve acomodaticia y tiende a la negligencia y el arcaísmo. Chivatidurias y totalitarismo son lo mismo. Los chivatines igual hacen asentar denuncias contra objetos que contra sujetos: así lo exige su criminal visión de la libertad. No se debe de confundir a los chivatines con los acusicas, ni con los lenguaraces, bocarranas, cascalotodo, bocazas, chivatos o delatores. Cierto, son igual de hideputas pero en distinta fase de evolución. Los chivatines, dominado su pensamiento por quienes son alguien en el mundo de los intereses creados, son títeres puestos en escena para salvaguardar y justificar el puesto destacado de la mano que les mueve. Donde hay chivatidurias hay caudillos hipócritas y gilipollas con sueños excéntricos; estos son los chivatines, crédula grey manipulada psicológica e inadvertidamente por los primeros, déspotas de la oligarquía tribal.

En un lugar en el que los justos no padeciesen, los chivatines serian reconocibles por andar a puerros con los párpados cosidos y todos los orificios corporales con guano cegados. Bueno, los chivatines y con menor severidad, pero llevando también lo suyo, los allanadores del gang de Teddy el "Osito", y los chupacirios del COE, y los berzas en flor que han elegido como himno nacional esa mostrenca y anodina tontería que corre con chufla por ahí. O sea el despiporre; ciegos haciendo de lazaro a otros ciegos.

Si, soy arbitrario porque habida cuenta de que lo cómico guarda estrecha relación con lo necio, me he ganado el derecho a serlo. Ah, y nadie interprete lo escrito en ultimo termino como una reacción fuera de lugar debida al hecho de que el himno que envié a concurso no haya sido "agraciado". Era de esperar. Mi propuesta requería que el acompañamiento instrumental fuera a base de vihuelas y zanfonías. Los primeros versos, por si la curiosidad os pica, decían así:

Las señoras putas del "Gallo",
me han pedido en comisión,
escriba una letrilla
como himno de la Nación.
Pon-porrooon-pon-pon.

Don Testicle de Tabellini y Lansdowne, un diablo visitador al que trato desde mis tiempos de mozo de cuadra en la posada de Tabard, en Southwark (Véanse los "Cuentos de Canterbury" del señor Chaucer), hablome días atrás, en la barra de un asador donde coincidimos, sobre el regimiento que llevan los chivatines en el infierno.

- Por esparcir cizaña, flor de disputas, entre los diablos de condición más baja o de trinchante y caldera, a los chivatines ibéricos les tenemos ingresados en un pabellón apartado. Putos sociopátas de los cojones - dijo, en tanto pasaba un billete de veinte a un encargado de comedor para que le sentara al lado de unas malcasadas dadas a las tentaciones carnales - Y allí andan, jodiendo la marrana, como si la casa fuese suya, acusándose unos a otros por pejiguerias -continuó redicho - Pero lo peor no eso, Gaif, que va. Lo fastidioso de verdad nos ha llegado con las ultimas remesas recibidas. Nada que ver, oye, con los ingenuos pecadores que hemos conocido ... Han llegado unos que se dicen Ciutadans de Privilegi, a los cuales han tenido que poner escribiente por el numero de memoriales de agravio que remiten al jefe, quien, hasta el cipotil rabo, ha ordenado se les coloque esquilón vaqueiro al cuello por advertir de su presencia si hacen escapadas - Luego, con sus ojos saltones vueltos del revés por la emoción, me contó sobre los tormentos que les esperaban y reímos un rato.

¿Existe para los falsarios mayor tormento que la estricta verdad?

Hay "Marcas Señoriales" en España donde las chivatidurias se han oficializado como iglesias de la historia desviada y del pensamiento único. Su Biblia: un milhojas pésimamente horneado de recapitulaciones forzosas y falsos crónicones. Sus eclesiásticos: sacerdotes y sacristanes de pan mojar indistinguibles de la autoridad civil. La parroquia: alegres zangolotinos desapercibidos de su sometimiento y, por lo que dejan traslucir, poseedores de las taras cromosómicas más singulares y desacertadas. Así es y así lo cuento. Volveremos a ello.

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Ahora, con la obligación de ajustar a verdad el titulo de esta capillada, toca amalgamar (¿mercurial de temperamento que es uno?) lo expuesto con otro metaloide que me resulta mucho más grato... Lo prometo, a medida que afilaba el párrafo me he sentido culpable por no posar con más asiduidad sobre ciencia. Meditare al respecto. Aunque... ¿saben una cosa?. Mas que hablar sobre lo que conozco y a diario manejo, prefiero hacerlo sobre lo que a pellizcos voy aprendiendo y me deja buen sabor de boca. Es como aprender dos veces. Más divertido.

Me gusta andar. Ando mucho. Soy capaz de hacerlo durante todo un día sin mostrar signos de aburrimiento o de cansancio. Acaso se lo deba a mis abuelos: rudos, ascéticos, cabales hasta la muerte, gente de cañada que pastoreó incansable por paramos, valles y quebradas. El único modo de tomar el pulso a una ciudad es andándola. Por cosas del oficio, yo he tomado el pulso a cientos de ciudades; hay alguna a la que, globalmente, conozco mejor que los nativos que la sufren o gozan. Las ciudades son como las mujeres: unas se dejan andar, abren sus calles; otras, a fín de salvaguardar sus secretos, se muestran reacias, hay que conquistar sus pasajes con paciente insistencia. No digo que estas o aquellas sean mejores o peores. Son igual de femeninas pero distintas. Trento y Ouro Preto son completamente disimiles pero igual de bellas. Todas las ciudades guardan alguna maravilla, incluso aquellas pesadillas soviéticas que hoy son el sueño de un chatarrero. Quiero decir que, una vez inyectado en el torrente asfáltico de su sistema cavernoso, uno encuentra y ve de todo.

- Oiga, don Gaiteros, o como diantres quiera que se llame. Tengo para mi que va usted camino de ponerse espeso como la mierda... con esto de las ciudades. ¡Ni que una viviera en la luna!.

- Tiene usted razón, doña Escolastica. Es por quitar roña a lo que he contado antes.

- Pues hágase y háganos el favor de aplicar el cuento.

- Como mande, doña Ecolalica. A sus pezuñas.

Aunque cada día con más dificultad uno encuentra, digo, hasta librerías de saldo, lance, viejo o de segunda mano; igual me da como gusten llamarlas, puesto que no hay ninguna que, cayéndome a mano, escape a mi detenido escrutinio. Lo cual que a poco empaque y fondo (bibliográfico) que tenga el establecimiento siempre hay algo que me llama la atención y acabo comprando. Esto es así, y de ello debe colegirse que no son pocos los volúmenes de pasado oculto que, rescatados tras mi inquisición de los apartaderos donde la suerte o mal fario les colocó, van y vienen de un lugar a otro de mi cuarto. Trazos de su pretérita vida existen: en forma de posos que los dueños que fueron dejaron u olvidaron entre sus páginas. Y, con irresistible inclinación hacia el orden, recojo estos sedimentos identificativos, los clasifico y guardo en sobres bien rotulados. Hay entre ellos billetes de lotería, viejas fotografías, invitaciones de boda, recordatorios de primera comunión, facturas, recetas de cocina, listas de esto u aquello, billetes de todos los modos de transporte conocidos, recetas medicas caducadas, postales, estampas de toda la Corte Celestial, cartas comerciales y personales, calendarios, vetustas tarjetas de visita, oraciones a San Apapucio u otro santo cualquiera, entradas de teatro y cine, sellos vírgenes o matasellados, hojas amojamadas, papel moneda fuera de curso, parafernalia funeraria, tiritas, análisis clínicos, propaganda, etcétera.

Ahora me permito un salto y vuelvo a lo en principio escrito:

Se puede demostrar, aun mirando aturdido a través de las propias piernas, que España ha sido y es geografía en la que medran los chivatines. Aquí el personal se presenta a largar en una chivatiduría hasta por conseguir un palmo de tierra mas en el cementerio. Como prueba (antigua) de mi afirmación, sigue uno de los posos librescos que guardo.

Volumen de procedencia: LOWELL THOMAS.- "LOS CORSARIOS DEL MAR". Episodios de la Guerra Submarina (1914-18).- JOAQUIN GIL, Editor. BARCELONA. Primera edición. febrero 1931. (Versión española y prólogo de MATEO MILLE; 430 págs; obra ilustrada con con 110 fotografías)

Venga, señores, al puto tajo.

Circular. Excmo. Sr: Vista la instancia promovida por Don Julian E* G* (la identificación mediante iniciales es voluntd mia), vecino de Villarrubia de Santiago [*] (Toledo) en suplica de que se otorguen a su hijo Julian E* E*, soldado del batallon expedicionario en A Africa del Regimiento de Infanteria del Rey Nª 1, los beneficios de la R. O. C. de 6 de septiembre de 1919 (D. O. num. 205) por haber denunciado a un profugo: resultando que, con arreglo a la de 11 de agosto del corriente año( D. O. num. 180), le fueron concedidos los expresados beneficios a los individuos que pertenecian a los cuerpos permanentes de Africa causando baja en los mismos
y pasando a ser licenciados si llevaban un año de servicio, o continuando en Cuerpos de la Peninsula hasta transcurrir dicho año; resultando que al con- ceder estos beneficios podrian volver a cubrir una baja en Africaen Cuerpos expedicionarios, en el transcurso del tiempo en que no fuesen licenciados,
lo cual iria en contra de los preceptos de la propia real orden de 11 de agosto ya citada, considerando que la circuanstancia eventual se servir en unidades expedicionarias no puede servir de obstaculo par obtener los be-

(aqui se pasa a otra cuartilla )

-neficios por denuncia de profugos, puesto que por cada individuo que regresa a la Peninsula sirve ya con antelacion otro profugo que ha de permanecer cin-
co años en Africa sin correr el riesgo de su falta de incorporacion porque son conducidos por la Guardia Civil; comsiderando que debe buscarse la necesaria equidad favoreciendo a los denunciantes de profugos para que no se burle el deber constitucional de servir, a la Patria y que no hay fundamento para que se niegue para los menos, que es lo transitorio en la prestacion del servicio
de los expedicionarios en aquellas guarniciones , por lo mas que son los de los Cuerpos permanentes, ya resuelto en la tan repetida real orden de 11 de
agosto, el Rey(q.D.g.) de acuerdo con lo informado por el Consejo Supremo de Guerra y Marina se ha servido acceder a la peticion del recurrente, dando a esta disposicion caracter general.

Es al propio tiempo la volutand de S. M. que estos beneficios alcancen tambien a los individuos de cupta que sirvan en las unidades ex-
pedicionarias y a los que por real orden circular de 5 de octubre proximo pasado (D. O. num. 227) se les otorgaba el derecho a disfrutar de esta gra
-
(lo que sigue está escrito a mano) cia por denuncia de profugos.

Dixo Rubén:

Del hampa que sacia
su canallocracia
en burlas al arte, la gloria, el honor;
del puñal con gracia
¡líbranos Señor!

Don Gaiferos (el "don" es imprescindible)

Publicado por Don Gaiferos en 5:36 p. m. |  
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viernes, enero 04, 2008

POSTAL EN PROSA Y CABREADA

Hay dudas intranscendentales que por su misma e ilusoria naturaleza corroen el animo, amargan las horas. En el recurrir personal y libre a la escritura, es asunto normal que las vacilaciones acechen como coyotes. Al cabo, la escritura, hasta la tenida por mas inocente y vacua, es una forma de introspección tan respetable como cualquier otra, y quien vuelve la vista hacia si para conocerse... duda. Otra cosa es que la tensión emocional hacia la que tal indagación centripeta lleve (en realidad es la autocrítica inconsciente la que hace que nos reconozcamos como humanos) se resuelva en algo provechoso o insano... ¡Joder, voy camino de un dramón psicoterapéutico del carajo!...

Lo lamento de veras. La ida de perola debe de ser a consecuencia del trasiego de alguna de las mierdas exóticas embotelladas que me regalan. Nota de intenciones: Ponerme en plan Anaxágoras y decir -radical- a los donantes que "nunca mais" regalos semejantes. Este Anaxágoras, por si no lo recordáis, fue aquel señor griego que dejó caer que, según sus cálculos y opinión, el sol que alumbra y sale y se pone no era Febo, sino una masa de metal incandescente (un "mudros"), aboliendo públicamente así a un dios en favor de un objeto sujeto a la curiosidad científica.

Carajo, dije más arriba... Carajo o carajal, que más da. Plañía el escribiente, confuso e inconcreto, por el hecho de haber dudado sobre la substancia misma de esta posada a la que pretendía tomaseis, creyentes y profanos, como felicitación de Navidad. Y es que mientras daba vueltas en el magín a su contenido caime, patas arriba, en el cenagoso campo de la imaginación viciosa, ese imaginar bastardo que descompone el cuerpo y, por improductivo, no ayuda a nadie. Fue en mi caso un pensar si esto u aquello os gustaría mas que lo otro, como si de verdad me importara y, en consecuencia, debiera de bailaros el agua. Pense, figúrenselo ustedes, en poner alguna coplilla propia; en alguna de esas virguerías "en red" que son para azotar a quienes las dan salida; en gozos, aleluyas o cobles en honor a la concepción de María; en chanzonetas villanescas de esos nuestros clásicos que tan inadvertidos pasan; en alguna de tantas postales que destilan babosidad y miel; en mil mariconadas mas y hasta en el retrato robot del mismísimo "Sursuncorda"...

Lo que sigue es lo que hay, no más.

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«Existen historias tan encantadoras, tan perfectamente concordes con los deseos humanos, que su hermosura parece convencer de su verdad. Al principio, uno las acepta, luego las rechaza; más tarde, cuando consigue una prudencia suficiente, permite que la fábula se desarrolle plenamente como fábula. No creo que pueda existir una fábula tan adorable como la del niño, el pesebre, la posada repleta de gente, los pastores atónitos, los reyes adoradores y el súbito canto de alabanza de una legión celeste. Si la humanidad tuviera que poseer un único redentor eficaz entre su progenie, uno piensa que no podría nacer de otro modo.

Pero las canciones no son ciencia y la poesía no es descripción literal. Sin embargo, el historiador, cuyo trabajo consiste en investigar lo que realmente ha ocurrido, debe guiarse no por metáforas, sino por probabilidades. Si reconoce una buena narración cuando la ve, también puede desear saber cuándo una historia es suficientemente buena para ser verdadera. De lo que he dicho en las páginas anteriores se deduce claramente que mi concepto de la historia no me autoriza a creer en personajes sobrenaturales que dirijan el mundo o influyan en él de acuerdo con sus propias intenciones sobrenaturales. La idea que tiene la ortodoxia cristiana de la persona de Jesús me está, por consiguiente vedada. He de considerarla como un poema sublime en verdad, pero no como ciencia. Tengo que mirar al Jesús histórico sólo como hombre y no como dios, en el mismo exacto sentido en el que ustedes y yo somos sólo hombres y no dioses.»

Barrows Dunhan: «HEROES Y HEREJES» (Antiguedad y Edad Media)._ Biblioteca Breve de Bolsillo, Seix Barral._ Barcelona, 1969. (pág. - 62)

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En fin, a continuar con el son y tono que el señor maestro de música exige. Sobre el atril un libro de motetes intitulado “GUÍA DEL PEREGRINO A TIERRA SANTA”, por un PEREGRINO.- Talleres Tipográficos: Suc. de Torres & Virgili; Tarragona, 1935.

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Basílica de la Natividad

El cristianismo, desde sus primitivos tiempos veneró este lugar del nacimiento de Jesús. La emperatriz Santa Elena hizo construir en 326 sobre la sagrada Gruta una magnificiente Basílica, que si bien fue algo modificada por Justiniano en 531, ha llegado en sus líneas principales hasta nuestros días, pues cuando casi todos los santuarios de Palestina fueron arrasados por los Persas, estos respetaron la Basílica de la Natividad por haber observado que entre sus decoraciones figuraban los Reyes Magos, que llevaban vestidos de estilo persa. En tiempos de los Cruzados fue restaurada y adornada; después de ellos, pasó a posesión de los religiosos franciscanos, aunque en el siglo dieciocho (1757) los griegos cismáticos consiguieron apoderarse de la misma, si bien otras comunidades cristianas tienen derecho a determinadas funciones en la santa Gruta.

La fachada de este magnífico templo se halla ya muy desfigurada por posteriores construcciones, hasta el extremo de que solo se entra por una pequeña puerta que ocupa parte de la antigua central, la que hubo de ser tapada para evitar que los árabes pudiesen penetrar allí fácilmente en tiempo de luchas y furtivos asaltos, o hacer entrar sus camellos, asnos y otras caballerías para convertir la hermosa Basílica en cobijo y establo. A tales extremos se ha llegado en la Tierra Santa!

El plano de la Basílica consiste en una cruz latina con ábside en la parte superior y lados del transepto; cinco naves determinadas por cuatro hileras de hermosas columnas monolíticas con capiteles de mármol blanco; fragmentos de artísticos mosaicos decoran los arquitrabes, como también el crucero y el coro. A mediados del siglo pasado los griegos cismáticos interpusieron una pared entre el crucero y el espacio de las columnatas, dejando solo una puertecita por la cual podían pasar los visitantes, pero pagando. Huelga decir que este afán de avaricia en contraposición a la bella visualidad del templo sublevó las conciencias de todos los amantes del arte, los cuales no pudieron ver atendidas sus protestas hasta hace pocos años, en que el Gobierno británico de Palestina obligó a los cismáticos a derribar la citada pared de tan mal gusto, restituyendo las cosas a su primitivo estado.

Actualmente, aunque la Basílica es neutral o viable a todas las comunidades cristianas que la habitan hasta el transepto o crucero, en el magnífico coro y parte derecha del crucero solo pueden ejercer las funciones del culto los griegos; los armenios tienen un altar en el brazo izquierdo del mismo transepto; y los latinos P.P. Franciscanos, practican los actos litúrgicos en la hermosa Iglesia de Santa Catalina, hoy convertida en parroquia, suponiéndose construida sobre el mismo emplazamiento de un monasterio fundado por Santa Paula, que durante algún tiempo habitó San Jerónimo. En cuanto a las funciones de la santa Gruta, alternan las tres citadas comunidades.

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Y con esto, carente de notas o enlaces por tratarse de una FELICITACION, dense ustedes por felicitados. De corazón lo escribo, pienso y digo...

Don Gaiferos (el "don" es imprescindible)

Publicado por Don Gaiferos en 6:13 p. m. |  
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