martes, noviembre 18, 2003
Río con Veleros
Ergino:
...Hijo de Climeno, rey de Orcomono. Al regresar Heracles a su patria con la piel del león Citerón, se le exigió pagar el tributo que Tebas pagaba a este rey, que la había sometido. El héroe, airado cortó la nariz y las orejas del mensajero y se lo devolvió a Ergino, que ante esta provocación declaró la guerra a Tebas. En la misma fue vencido y muerto por Heracles.
Escucha Quirón.
Escucha, centauro amigo.
Chissss...
¡Que llega!
Cesa el son, para la música, enmudece el canto.
Mudos son:
Atambores y guitarras moriscas,
laudes y rabeles,
salterios, vihuelas, arpas y tamboretes.
¡Sea el silencio!
Chitón panderetas, sonajas de azófar y órgano,
albardanas y dulcemas,
cinfonia y odrecillo francés,
mandurrias, atambales, trompas y annafiles.
¡Mudos todos!
¡He dicho!
Desfallece de hambre, que van tres días que no come.
"Por San Lunes".
"Despensero"
Entremeses para nuestro bienamado Don:
Vino rancio, pan con queso e higos en un plato,
dieciséis pichones y un lebrato;
de lomo... vara y media, y unos tacos de jamón.
Por cansado, roto está Don Heracles
que viene de guerrear.
Desorejó a u correveidile
y no supo hacer más.
"Monseñor es hombre de arrestos:
Cercena aquello de que es sobrado
y espanta de lo que le falta"
Dijo desde un rincón un sastre,
en el acto de enhebrar a una dama.
L. Seral Amaz en "Los doce esfuerzos y seis cagadas de Monseñor Heracles"
Veamos, hoy, en que corredoiras destrozo mi feble reputación y mis recién estrenadas Botas.
Sergio Lonardini Zamora juega bien al futfol, usa gafas ( a ver si de una maldita vez se le estabiliza la vista y le ponen lentillas, coño), teme a los perros grandotes y a las vacunas inyectables, hace gimnasia para crecer, se mira todas las mañanas al espejo por ver si le crecen pelos en el pecho, tiene todos los libros de Harry Potter, tartamudea si le hablan chicas guapas (o al menos eso me ha contado), roe las capuchas de los bolígrafos, se peina con más gomina que alegría, habla alto por miedo a que nadie le escuche, lee con infantil sonrojo los anuncios de contactos de los peridiodicos... de mis periodicos, viste pijamas horteras y mira, de refilón y con avergonzado regocijo, los pechos de mi hija. Sergio es un contendiente temible al ajedrez y tiene un telescopio que regaló su abuelo, empleado que fue del Observatorio de Rosario. Porque de Rosario (Argentina) es Sergio, de un Barrio o Distrito que se llama Lisandro de la Torre. Yo nunca he estado en Rosario. Una vez por poco me voy allí de juerga, pero en lugar de ello me fui con un colega a ver una casa que un amigo suyo, un tal Rafael, estaba construyendo en Barranca del Paraná, que es un lugar, me parece recordar, perteneciente a la municipalidad de Arroyo Seco. De aquella se encontraba servidor en una pequeña ciudad, cabe al río, llamada San Nicolás de los Arroyos, trasteando en una siderometarlugica y estudiando, para terceros, las posibilidades que ofrecía un Polígono Industrial que se estaba construyendo (No salió nada en claro porque aquello, como hubiera sido de razón, no estaba administrado por economistas, ni enanos, ni ingenieros, ni callistas, ni bomberos, ni empresarios, ni putañeros, ni mimos, sino por intendentes políticos ajenos del todo a la libre empresa, al bien común y a la economía. Con estos antecedentes no hace falta leer libros ni informes para saber porque les ha ido tan jodidamente mal a los dignos pero desapercibidos argentinos. Cabrones, que son todos unos cabrones que se lo han llevado a manos llenas. Y aquí me detengo, porque si me liara a hablar de las vacas/toros de Bashan que han gobernado el país durante los últimos lustros, me saldrían chancros hasta en la punta de la... El culpar a los administrados por su narcosis, autocomplacencia y desidia lo dejo para otro día. Mi azote tiene colas que llegan hasta lo más escondido. Coño). Con todo, la gente de por allí es amable y llana, educada y poco estridente, a mil leguas de distancia de los inflados capitolinos. Digo yo que será por la ubicación del lugar en el que viven: Abierto y bien oreado, sin saltos térmicos estridentes, con menos lluvias en invierno que en verano, de naturaleza variable y con un río, que es vida, anchuroso y navegable. Llama la atención la afluencia de veleros que pueden verse por él, las magnificas y diversas islas que alberga y, los casi siempre pretenciosos, clubes náuticos fluviales. Buena tierra con "buen señor". Aflicción, sin embargo, hoy en día...
Ah-ia en la Patria, como él dice, el padre de Sergio, Berto, trabajaba en una fabrica de ventiladores. Acá trabaja como electricista de mantenimiento en un hotel de postín. Berto es un sentimental, tiene cierta vena poética y cuenta las cosas muy bien. Me encanta cuando cuenta como introdujeron, de extranjis, al loro "Gaucho" en España. Gaucho es un loro cabrón y desquiciado que sorbe mate por el cuerpo de un bolígrafo BIC (las pajas las destroza), insulta y escupe cascaras de semillas a quién no le cae bien. Para caer bien al puto loro solo hay que gritar, alto y claro: ¡GOOOL!.
Aunque no lo parezca, esta posada, que es llamada de atención para la listera S.G, tiene mucho que ver con las matemáticas... Digamos que, a mi modo, es introducción obligada para la posterior. Ya veréis por qué.
Joder, chic@s, es que hay que probar cosas nuevas.
Ah, y si alguno de ustedes tiene algo colgado en la red, bien haría en comunicarlo para darnos la posibilidad de que todos lo disfrutaramos.
CIRDAN al aparato
GRACIAS
...Hijo de Climeno, rey de Orcomono. Al regresar Heracles a su patria con la piel del león Citerón, se le exigió pagar el tributo que Tebas pagaba a este rey, que la había sometido. El héroe, airado cortó la nariz y las orejas del mensajero y se lo devolvió a Ergino, que ante esta provocación declaró la guerra a Tebas. En la misma fue vencido y muerto por Heracles.
Escucha Quirón.
Escucha, centauro amigo.
Chissss...
¡Que llega!
Cesa el son, para la música, enmudece el canto.
Mudos son:
Atambores y guitarras moriscas,
laudes y rabeles,
salterios, vihuelas, arpas y tamboretes.
¡Sea el silencio!
Chitón panderetas, sonajas de azófar y órgano,
albardanas y dulcemas,
cinfonia y odrecillo francés,
mandurrias, atambales, trompas y annafiles.
¡Mudos todos!
¡He dicho!
Desfallece de hambre, que van tres días que no come.
"Por San Lunes".
"Despensero"
Entremeses para nuestro bienamado Don:
Vino rancio, pan con queso e higos en un plato,
dieciséis pichones y un lebrato;
de lomo... vara y media, y unos tacos de jamón.
Por cansado, roto está Don Heracles
que viene de guerrear.
Desorejó a u correveidile
y no supo hacer más.
"Monseñor es hombre de arrestos:
Cercena aquello de que es sobrado
y espanta de lo que le falta"
Dijo desde un rincón un sastre,
en el acto de enhebrar a una dama.
L. Seral Amaz en "Los doce esfuerzos y seis cagadas de Monseñor Heracles"
Veamos, hoy, en que corredoiras destrozo mi feble reputación y mis recién estrenadas Botas.
Sergio Lonardini Zamora juega bien al futfol, usa gafas ( a ver si de una maldita vez se le estabiliza la vista y le ponen lentillas, coño), teme a los perros grandotes y a las vacunas inyectables, hace gimnasia para crecer, se mira todas las mañanas al espejo por ver si le crecen pelos en el pecho, tiene todos los libros de Harry Potter, tartamudea si le hablan chicas guapas (o al menos eso me ha contado), roe las capuchas de los bolígrafos, se peina con más gomina que alegría, habla alto por miedo a que nadie le escuche, lee con infantil sonrojo los anuncios de contactos de los peridiodicos... de mis periodicos, viste pijamas horteras y mira, de refilón y con avergonzado regocijo, los pechos de mi hija. Sergio es un contendiente temible al ajedrez y tiene un telescopio que regaló su abuelo, empleado que fue del Observatorio de Rosario. Porque de Rosario (Argentina) es Sergio, de un Barrio o Distrito que se llama Lisandro de la Torre. Yo nunca he estado en Rosario. Una vez por poco me voy allí de juerga, pero en lugar de ello me fui con un colega a ver una casa que un amigo suyo, un tal Rafael, estaba construyendo en Barranca del Paraná, que es un lugar, me parece recordar, perteneciente a la municipalidad de Arroyo Seco. De aquella se encontraba servidor en una pequeña ciudad, cabe al río, llamada San Nicolás de los Arroyos, trasteando en una siderometarlugica y estudiando, para terceros, las posibilidades que ofrecía un Polígono Industrial que se estaba construyendo (No salió nada en claro porque aquello, como hubiera sido de razón, no estaba administrado por economistas, ni enanos, ni ingenieros, ni callistas, ni bomberos, ni empresarios, ni putañeros, ni mimos, sino por intendentes políticos ajenos del todo a la libre empresa, al bien común y a la economía. Con estos antecedentes no hace falta leer libros ni informes para saber porque les ha ido tan jodidamente mal a los dignos pero desapercibidos argentinos. Cabrones, que son todos unos cabrones que se lo han llevado a manos llenas. Y aquí me detengo, porque si me liara a hablar de las vacas/toros de Bashan que han gobernado el país durante los últimos lustros, me saldrían chancros hasta en la punta de la... El culpar a los administrados por su narcosis, autocomplacencia y desidia lo dejo para otro día. Mi azote tiene colas que llegan hasta lo más escondido. Coño). Con todo, la gente de por allí es amable y llana, educada y poco estridente, a mil leguas de distancia de los inflados capitolinos. Digo yo que será por la ubicación del lugar en el que viven: Abierto y bien oreado, sin saltos térmicos estridentes, con menos lluvias en invierno que en verano, de naturaleza variable y con un río, que es vida, anchuroso y navegable. Llama la atención la afluencia de veleros que pueden verse por él, las magnificas y diversas islas que alberga y, los casi siempre pretenciosos, clubes náuticos fluviales. Buena tierra con "buen señor". Aflicción, sin embargo, hoy en día...
Ah-ia en la Patria, como él dice, el padre de Sergio, Berto, trabajaba en una fabrica de ventiladores. Acá trabaja como electricista de mantenimiento en un hotel de postín. Berto es un sentimental, tiene cierta vena poética y cuenta las cosas muy bien. Me encanta cuando cuenta como introdujeron, de extranjis, al loro "Gaucho" en España. Gaucho es un loro cabrón y desquiciado que sorbe mate por el cuerpo de un bolígrafo BIC (las pajas las destroza), insulta y escupe cascaras de semillas a quién no le cae bien. Para caer bien al puto loro solo hay que gritar, alto y claro: ¡GOOOL!.
Aunque no lo parezca, esta posada, que es llamada de atención para la listera S.G, tiene mucho que ver con las matemáticas... Digamos que, a mi modo, es introducción obligada para la posterior. Ya veréis por qué.
Joder, chic@s, es que hay que probar cosas nuevas.
Ah, y si alguno de ustedes tiene algo colgado en la red, bien haría en comunicarlo para darnos la posibilidad de que todos lo disfrutaramos.
CIRDAN al aparato
GRACIAS