martes, junio 17, 2003
ADN
El llamado "ácido desoxirribonucleico" (ADN) constituye, dicho a la llana, una especie de cinta de casete de la vida. La molécula filiforme esta compuesta por dos filamentos independientes que se retuercen helicoidalmente como una doble escalera de caracol. Esta molécula, memoriona de cojones ella, contiene los planos de construcción de ese magnifico edificio que, independientemente de su complejidad, representa todo organismo vivo, así como el material que significará sus factores hereditarios. Un único filamento de esta duplice hélice guarda, a la letra, el texto completo de la información genética. Una de estas moléculas ADN está formada por una inimaginable cantidad de átomos. No obstante su composición es relativamente sencilla: está integrada por miles de pequeños componentes (nucleótidos), que se iteran y que están unidos en una larga cadena. Toda parte "componente" está formada por tres moléculas, un compuesto de azúcar , un compuesto de fósforo y una base (lo contrario de un ácido)... Ah, si, el "azúcar". Hay muchas clases de azúcar: la glucosa y la caña de azúcar, por ejemplo; en nuestro caso nos encontramos con una composición similar, aunque con la diferencia de que en la molécula existen cinco átomos de carbono en vez de seis. A este azúcar se le llama desoxirribosa, de ahí el nombre del ácido.
En la cadena (imaginémosla ahora como una cremallera) de la molécula ADN el fosfato y el azúcar se intercambian entre sí, mientras que la base cuelga lateralmente. Sigamos con la base: En nuestra molécula ADN aparecen cuatro clases diferentes: citosina, guanina, adenina y timina, cada una de las cuales está presente en cada parte "componente", sin que en ello se siga un orden determinado. Digamos que es como un abecedario de cuatro letras (A, C, G, T), cuyos términos se alternan al azar.
Pero aun quedan un par de cosas por "atar". En la molécula de ADN existen dos de estas cadenas citadas, unidas paralelamente. La conexión está formada por las bases que unen las cuerdas, al modo de de los peldaños de una escalera monda y lironda. En esta unión solo es posible emparejar adenina con timina y citosina con guanina, puesto que tales sustancias químicas, por motivos estructurales se acoplan entre sí, igual que se acopla la mano a un guante. Además, como son de tamaño diferente, sólo la unión de una corta y una larga, da como resultado la longitud exacta del peldaño de unión. Lo excitante y realmente curioso es comprobar que la sucesión de las bases es siempre la misma cuando se trata de de los mismos caracteres hereditarios, siendo desigual cuando estos son también desiguales. Lo cual, como es fácil de ver, constituye los fundamentos del código de la herencia.
Pero estas cosas no os serán nuevas si sois lectores de P@nurg@d@s , el boletín de fractales.org, donde en ocasiones he puesto enlaces sobre "ciencia forense" que hacian alusión al tema. Y hoy, por completar aquello que en su día escribi, con ello voy a continuar:
"Pero fue a mediados de siglo cuando gracias al descubrimiento del ADN y de su estructura y al posterior avance en las técnicas de análisis de dicha molécula la Hemogenética Forense evolucionó considerablemente hasta el punto de que hoy en día puede hablarse de una nueva subespecialidad dentro de la Medicina Forense: la Genética Forense. Dicha ciencia estudia básicamente unas regiones del ADN que presentan variabilidad entre los distintos individuos, es decir, estudia regiones polimórficas del ADN. Así, analizando un determinado número de regiones polimórficas, la probabilidad de que dos individuos sean genéticamente iguales es prácticamente nula (excepto en el caso de gemelos univitelinos)".... Tiene escrito Carmen Entrala, del "Depto. de Medicina Legal de la Universidad de Granada, en un trabajo titulado: "TÉCNICAS DE ANÁLISIS DEL ADN EN GENÉTICA FORENSE"
Indice:
1.- Evolución de las técnicas de estudio de los polimorfismos de ADN.
2.- Análisis para la reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
2.1.- Generalidades.
2.2.- Componentes de la PCR.
3.- Futuras tecnologias: biochips.
3.1.- Aplicación de los biochips.
Seguramente en el texto encontreis dos palabras consustanciales con estas novisimas técnicas: secuenciador y geles. Su interpretación es sencilla, así que no os asusten.
A cuidarse y desoxirribonucleizarse.